Alimentación
La alimentación es un pilar esencial. Pero esto no quiere decir que tengamos que hacer régimen ya que nuestro cuerpo no entendería por qué se le somete de repente a un ayuno o se le reduce drásticamente la ingesta de alimentos. Según explica la endocrinóloga Paloma Gil en dmedicina.com, hay que ir poco a poco a la hora de revertir los efectos de Navidad, sobre todo si hemos acostumbrado a nuestro organismo a comer mucho. Así que lo mejor es apostar por una dieta equilibrada, baja en calorías y sin grandes restricciones. La clave está en adoptar hábitos de alimentación saludable y evitar "dietas milagro" que prometen bajar mucho peso en muy poco tiempo.
Las frutas ricas en fibra como la piña, la uva, las fresas, las naranjas o las manzanas nos ayudarán a la digestión y depurar nuestro organismo.
Las verduras y hortalizas, cereales y pan integral y legumbres tienen propiedades beneficiosas que las hacen muy atractivas para mantener una alimentación sana.
Come arroz, pescado blanco y azul y carnes bajas en grasa entre semana. Son una fuente de proteínas, ricas en grasas insaturadas, bajos en lípidos y en el caso del pescado azul, rico en ácido omega-3, que compensa el consumo desmedido de grasas saturadas.
Y no te olvides de añadir frutos secos o nueces en pequeñas raciones, ya que nos aportan potentes antioxidantes.
Beber agua
El agua es la mejor aliada para perder peso. Durante estos días de excesos nuestra piel se reseca y es importante una correcta hidratación. Además, ayuda a eliminar grasas y tiene efecto saciante y depurativo. Se recomienda tomar unos dos litros de agua diarios.