La capital más septentrional de Europa, se ubica en un país singular y excepcional.

Aquí la naturaleza nos obsequia con volcanes, géiseres, saltantes de agua, cuevas de lava... e incluso, una playa de diamantes.

Un paraíso inconmensurable en el que debemos ir preparados no sólo para el frío, sino también para llevar unas piezas que estén al nivel de este prodigio de la naturaleza.

Los tonos vivos sobre fondos oscuros serán nuestros aliados en este viaje hasta este país alucinante. Estamos seguros de que el grupo de duendes y gnomos que habitan, estarán de acuerdo.

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